Super TC 2000 - 2012 Cordoba
ALTA GRACIA, Córdoba.- "Representa un salto de calidad significativo. Considero que marcará una etapa en la Argentina. Quedará en la historia y permitirá que tanto la categoría como el automovilismo en general tomen un impulso que permita mejorar en otras áreas", comentó con orgullo Darío Ramonda, el responsable del equipo oficial Toyota, que defiende las coronas de constructores y pilotos, de la mano de Matías Rossi.
Allí estaba también el monarca. Aún no se había subido al auto de Súper TC 2000 que comienza a rodar con los flamantes motores V8, que generan una potencia cercana a los 430 HP y un sonido muy parecido al de la Fórmula 1. Aunque parezca una exageración, el ruido, dato no menor para la afición argentina, muy entendida y pasional en el deporte motor, es abrumador. Los nuevos impulsores, con elementos Arrows y Cosworth, se potencian con un escape que se diseñó para potenciar el sonido impactante.
"¡No se puede creer cómo suenan estos autos!", se asombró Mariano Altuna, del equipo Renault, que les tomaba la mano a las palancas de cambio ubicadas detrás del volante. "Acá dentro se siente cómo empuja el auto", agregó.
Con entusiasmo poco habitual, la categoría cambia su potencial y hasta su denominación, al hacerse conocer ahora como "Súper TC 2000".
La gran modificación obedece al corazón del coche, el motor, que sigue siendo común para todos los equipos, aunque los impulsores ahora sean provistos por la empresa británica Radical Performance Engines. Con un régimen máximo de 10.500 revoluciones por minuto, garantizan una durabilidad extrema. A tal punto que los cambios descendentes se realizan cuando la centralina informa que las RPM se reducen a 9200.
Un enigma que preocupa a los técnicos es la durabilidad de los neumáticos. Un compuesto duro, sobredimensionado para lo que era la categoría hasta el año pasado, ahora puede ser elemento de desgaste y de variación de rendimiento. Una materia que deberá ser examinada por los pilotos, ya que además de buscar el mejor registro, ahora deberán cuidar al máximo el caucho. Algunos responsables de los equipos creen que en varias competencias de esta temporada, por las características de las pistas y de los asfaltos, habrá cambios de cubiertas.
Al margen de lo que se suscitará con el nuevo impulsor, la tecnología importada de Europa (ayer en el Cabalén trabajaron tres ingenieros de la empresa Radical Performance Engines para alistarlos, además de guiar el seguimiento técnico) no se limita al aumento de potencia que se presentará este fin de semana. Desde la tercera fecha, posiblemente, los caballos de fuerza caerán, quizás a 390, pero se usará el sistema "push to pass". ¿De qué se trata? Mediante un botón, los pilotos podrán incrementar la potencia durante cierto lapso, que se estipulará por vía de un software. Así, cada conductor podrá elegir momentos para accionarlo y ganar una posición en la pista o defenderse ante eventuales ataques.
"Se programará en función de lo que se crea conveniente. Quizá se pueda accionarlo dos o tres veces por carrera. Con el software se controla absolutamente todo. Hasta se programa para que los motores no superen las 5000 vueltas desde cuatro horas después de una competencia hasta la siguiente. Así se cuida las horas de utilidad", explicó Jorge Simes, representante del equipo Pro Racing, que tendrá bajo su responsabilidad el mantenimiento de los impulsores.
Por estas horas se evalúa si el Súper TC 2000 utilizará el Súper 8, un sistema de eliminación directa por cada par de competidores. Las largadas reiteradas y el consumo de gomas pueden incidir en problemas que se generarían con el estreno del panorama técnico, que por cierto es muy llamativo. No sólo por el ruido fascinante, sino también por la potencia que se notará en la pista.
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