A las mujeres les atraen los autos caros
Los autos más atractivos sirven para seducir mujeres. Una verdad popular que sigue la línea de pensamiento "billetera mata galán" y que ahora puede citarse con cierto respaldo académico, porque dos universidades de Estados Unidos certificaron con un estudio sobre mil casos el efecto de atracción que tienen los automóviles lujosos y poderosos a la hora de conquistar a una mujer.
Los investigadores de la Universidad Rice de Texas–San Antonio y de la de Minnesota utilizaron la metáfora del pavo real para titular su trabajo. De acuerdo con los resultados, los autos cumplen dentro de las relaciones entre hombres y mujeres la misma función que tienen las plumas que el pavo real macho exhibe cuando intenta atraer a una hembra para aparearse. La similitud puede aplicarse hasta en la cuestión cromática porque, así como sucede con las plumas, cuanto más llamativo y brillante es el color del vehículo, más chances hay de que ese instrumento de seducción sea el elegido por un hombre soltero dispuesto a conquistar , y mayor será la atracción que generará en las mujeres.
En los experimentos se constató que las mujeres se sentían más atraídas por un hombre que escogía comprarse un auto lujoso y llamativo, como un Porsche, que por ese mismo hombre cuando escogía comprarse uno más normal (el estudio cita como ejemplo de "racionalidad" un Honda Civic). Pero esa atracción no está relacionada con el hecho de conseguir "el verdadero amor", sino que el fenómeno se aplica sobre todo al deseo de tener aventuras sin compromiso . Para una pareja estable, con posibilidades de llegar al matrimonio, las mujeres se sentían más atraídas por los hombres con coches más baratos y cotidianos, siempre de acuerdo con estudio.
"Hay una relación indudable entre las cosas que una persona compra, en qué se gasta el dinero y en qué tipo de relación está interesado en mantener", sostiene Jill Sundie, una de las investigadoras. El estudio también se pregunta qué es lo que sucede con las mujeres que manejan autos poderosos, pero al parecer no se trata de una reacción similar. "Las mujeres gastan el dinero pensando en otras cuestiones. La posibilidad de un romance no está entre esas variables", afirma Sundie.
El psicólogo Daniel Beal, de la Universidad Rice, concluye que muchos hombres pueden estar saboteando la idea de una relación estable cuando se compran un auto ostentoso. "Están mandando un mensaje erróneo a las mujeres con las que quieren entablar una relación", dice Beal.
Según la pensadora y ensayista Roxama Kreimer, autora del libro La tiranía del automóvil (2006), "para el hombre, el automóvil no es un objeto más entre los objetos. Representa su dominio sobre el mundo exterior, su 'virilidad' : gran cantidad de mujeres no corresponden a la solicitud amorosa de un hombre que no posee automóvil, incluso más allá del status económico que representa, como si el vehículo figurara lejanamente algún atributo sexual ". Y agrega, en diálogo con Clarín : "El auto otorga status y forma parte de aquellos pequeños objetos personales, aquellos fetiches que confieren ese 'no sé qué' que rodea a una persona con cierta distinción. Cambiar de auto aparece como uno de los símbolos del ascenso social".
No tan lejos de la máxima que patentó Jacobo Winograd, el escritor Eduardo Galeano dice, en su ensayo La religión del automóvil : "Dime qué coche tienes y te diré quién eres, y cuánto vales".
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